Philologica Canariensia 29 (2023), pp. 325-341
DOI: https://doi.org/10.20420/Phil.Can.2023.603
Recibido: 16 de diciembre de 2022; versión revisada aceptada: 22 de febrero de 2023
Publicado: 31 de mayo de 2023
The Evolution of Calpurnia Tate (2009) y su traducción al español. Aprendizaje científico en femenino
The Evolution of Calpurnia Tate (2009) and Its Translation Into Spanish. Feminine Scientific Learning
The Evolution of Calpurnia Tate (2009) et sa traduction en espagnol. Apprentissage scientifique au feminín
Beatriz M.ª Rodríguez Rodríguez
Universidade de Vigo
ORCID: 0000-0001-7479-7620
Este trabajo analiza la novela juvenil The Evolution of Calpurnia Tate (2009) de Jacqueline Kelly y su traducción al español desde una perspectiva feminista, estudiando si se mantienen, o incluso se enfatizan (von Flow, 1991), las referencias que critican la desigualdad de género. Siguiendo el modelo funcional de Marco Borillo (2001) y los criterios evaluativos de Brunette (2000), concluiremos que las estrategias de trasvase utilizadas no siempre respetan todos los matices del original, lo que implica una cierta desviación de la intención de la autora. Esta pequeña pérdida de matices en la traducción no parece muy acertada en una novela que presenta la evolución de una niña valiente que quiere ser científica en 1899 en contra de las convenciones sociales tradicionales.
Palabras clave: Calpurnia Tate, igualdad de género, traducción, criterios evaluativos, ciencia
Abstract |
This paper analyses the young adult novel The Evolution of Calpurnia Tate (2009) by Jacqueline Kelly, and its translation into Spanish. From a feminist approach, it will be studied whether references criticising gender inequality have been maintained or even highlighted (von Flow, 1991). The implementation of Marco Borillo’s functional analysis (2001) and Brunette’s assessment criteria (2000) will enable us to conclude that not all nuances have been respected in certain translation strategies. This fact results in slightly modifying the writer’s intention, which does not seem really correct as the novel introduces the evolution of a brave girl who wants to become a female scientist in 1899, and who does not understand traditional social conventions.
Keywords: Calpurnia Tate, gender equality, translation, assessment criteria, science
Résumé |
Ce travail analyse le roman de jeunesse The Evolution of Calpurnia Tate (2009) de Jacqueline Kelly et sa traduction en espagnol dans une perspective féministe, à étudier si les références qui critiquent l’inégalité sont maintenues ou même soulignées (von Flow, 1991). Sur le modèle fonctionnel de Marco Borillo (2001) et les critères d’évaluation de Brunette (2000), nous conclurons que les stratégies de transfert ne respectent pas toujours toutes les nuances de l’original, ce qui implique une certaine déviation dans l’intention de l’auteur. Cette petite perte de nuances dans la traduction ne semble pas très réussie dans un roman qui présente l’évolution d’une fille courageuse que quiere ser ci qui veut devenir scientifique en 1899 et qui ne comprend pas les conventions sociales traditionnelles.
Mots-clés : Calpurnia Tate, égalité des sexes, traduction, critères d’évaluation, science
1. Introducción
No cabe duda de que cada vez con más frecuencia los personajes femeninos ocupan un rol protagonista en la narrativa actual. El ámbito de la literatura infantil y juvenil se hace eco también de la necesidad de una sociedad que respete y promueva la igualdad de género (Imani, 2021). La novela juvenil The Evolution of Calpurnia Tate (2009) es un buen ejemplo. Esta obra de la escritora Jacqueline Kelly (Nueva Zelanda, 1964) es una novela de aprendizaje en la que vemos la evolución de Callie Vee, una niña de once años que vive en un pueblo de Texas. Todo ello en el marco de una novela histórica situada en 1899, en la que el feminismo está siempre presente, ya que se pone de relieve la ambición y el carácter decidido del personaje femenino protagonista que se preocupa por la naturaleza y la ciencia en un momento histórico en el que el papel de la mujer estaba en un segundo plano limitado únicamente a las labores domésticas. El relato combina de forma sublime, utilizando descripciones muy vivas y detalladas, los sentimientos y descubrimientos personales de Callie con su descubrimiento de la ciencia y la naturaleza. La novela fue galardonada en 2010 con los premios Newbery Honor Award y Josette Frank Award.
En este trabajo analizaremos la perspectiva femenina en esta obra y en la traducción de Isabel Margel, titulada La evolución de Calpurnia Tate (2011), para comprobar si el texto meta cumple la misma función y mantiene la intención, si la traducción se ha realizado desde una perspectiva feminista, es decir, si las estrategias de trasvase manejadas conservan e incluso enfatizan cuestiones de igualdad de género, lográndose así que el efecto en la audiencia meta sea el mismo.
Desde el siglo XX la literatura infantil y juvenil incluye cada vez más personajes femeninos protagonistas que reivindican sus derechos y muestran su fortaleza de carácter. Son protagonistas empoderadas que muestran su rechazo a una sociedad patriarcal que no les permite tener su propia personalidad y ser independientes. En palabras de Demirhan (2020),
Children’s literature based on introducing strong female characters, subverting gender stereotypes and twisting the conventional plot with its happy ending have become more inclusive and multi-feminist, challenging hegemonic perceptions of femininity and sexuality, declaring war on patriarchy by questioning the notion of women’s identity in every possible way regardless of gender and independent of sex, manifesting and celebrating the empowerment of women, their agency and their independence in their own cultural backgrounds (p. 535).
La novela objeto de estudio presenta como protagonista a una niña de once años y relata su paso a la adolescencia, un tema muy común en las novelas juveniles (Fitzsimmons y Wilson, 2002, p. xi). Callie Vee quiere romper con los estereotipos tradicionales, los roles tradicionales de niños y niñas de la época. Ella no quiere casarse ni dedicarse a la música, la cocina y la costura. Quiere ser científica y aspira a hacer un descubrimiento brillante por el que puedan reconocerla las generaciones futuras. Kelly presenta, por tanto, las limitaciones que tenía que soportar una chica del siglo XIX, una chica rebelde que tiene que enfrentarse a la oposición de sus padres y que debe aprender a controlar su indocilidad para ajustarse al papel que una mujer debe tener en esa sociedad (Heath, 2020, pp. 86-87).
Tomando como punto de partida el enfoque descriptivo que implica el análisis de contextos propuesto por Marco Borillo (2011) y aplicando los criterios evaluativos (coherencia y cohesión, intención, efecto en el receptor, recepción, contexto histórico y normas del lenguaje) de Brunette (2000, pp. 174-180), hemos analizado las referencias a cuestiones de igualdad de género y feminismo en la novela seleccionada y su traducción al español. El modelo de análisis consta de tres niveles básicos: contexto de cultura, contexto de situación y aspectos lingüísticos (Marco Borillo, 2022, p. 135). El contexto de cultura considera el argumento, los personajes, la época, el narrador y las referencias culturales e intertextuales. El contexto de situación se divide en externo e interno. El primero tiene en cuenta a la autora, el estilo, la intención, la editorial, el receptor, es decir, el contexto de interpretación y el de creación, mientras que el contexto de situación interno se centra en el registro y el dialecto. A continuación, se analizan los aspectos lingüísticos, el tercer nivel. Teniendo en cuenta todo esto, hemos examinado las estrategias de trasvase utilizadas por la traductora (Molina y Hurtado Albir, 2002) para identificar si se han mantenido las referencias a cuestiones de igualdad de género o, por el contrario, si ha habido algún tipo de omisión, adición o manipulación (Shavit, 2006, p. 26) atendiendo a criterios ideológicos o didácticos, un hecho frecuente en las traducciones de literatura infantil y juvenil. También hemos considerado si se ha seguido un enfoque totalmente feminista en la traducción y, como sugiere von Flow (1991), se han utilizado estrategias que marcan y enfatizan las connotaciones feministas o sobre igualdad de género del texto fuente para subrayar la intención de la autora.
2. Análisis de The Evolution of Calpurnia Tate y de su traducción
En este apartado mencionaremos solo aquellos aspectos esenciales del análisis realizado que nos permitan profundizar y analizar el trasvase de connotaciones feministas del relato.
En el contexto de cultura (Marco Borillo, 2001), destacamos que la novela comienza en julio de 1899. Callie Vee, la protagonista de la obra, vive en Texas con sus seis hermanos varones. Tiene casi doce años. Su madre insiste en que toque el piano, cosa y cocine, pero a ella solo le interesa la naturaleza, la ciencia. Callie quiere ser científica. Es muy diferente a las niñas de su edad; es muy curiosa y observa con fascinación todo el mundo que la rodea. Callie anota todo meticulosamente en un cuaderno y no pierde la mínima oportunidad de aprender. La novela combina de forma excepcional la trama con referencias a la obra de Darwin El origen de las especies (On the Origin of Species, 1859). De hecho, cada capítulo comienza con una cita de dicha obra. Es importante destacar que en ese momento el libro de Darwin estaba en la lista de libros prohibidos.
Como en otras novelas juveniles, la obra está narrada en primera persona para enfatizar la fuerza de la búsqueda de identidad y el paso a la adolescencia de la protagonista (Pond, 2018, p. 87). Callie describe sus sentimientos, su descubrimiento personal y familiar, de forma paralela a los descubrimientos de la naturaleza que la rodea. La narración es descriptiva y muy detallista. En el relato se presentan las convenciones sociales del siglo XIX, pero desde una cierta perspectiva del XXI que le permitirá a la protagonista adaptarse a ellas cuando sea imprescindible (Heath, 2020, p. 89). Callie no entiende que el hecho de ser una niña le impida estudiar y dedicarse a la ciencia; no entiende que no pueda ser científica. Incluso afirma que, aunque le hubiese gustado ser un chico, es capaz de comportarse como una perfecta dama elegante si las circunstancias lo requieren. A pesar de su corta edad, Callie se rebela en todo momento contra los roles tradicionales de las niñas y no le parece justo que no le permitan aspirar a hacer lo que le gusta solo por el hecho de ser una niña. Callie quiere estudiar para poder ser científica; no quiere quedarse en casa y dedicarse a las tareas del hogar, como se espera de las chicas en esa época.
En este contexto de cultura se deben destacar también las connotaciones feministas de la portada de la novela. Se trata de una excelente ilustración realizada por la diseñadora norteamericana April Ward y la ilustradora Beth White. La traducción al español mantiene la misma portada, por lo que se conservan las connotaciones que lleva implícitas.
Figura 1. Portada de The Evolution of Calpurnita Tate (2009).
Editorial Square Fish
En la portada (Figura 1) se ve la silueta de la niña protagonista en negro sobre un fondo amarillo y se aprecian muchos detalles que anticipan las claves de la obra. La niña mira con atención a un insecto y parece que quiere que se pose en su mano, en lo que refleja un acercamiento a la naturaleza y a la ciencia. Lleva puesta una bata que hace referencia a las tareas tradicionales de las mujeres, mientras esconde a su espalda un cazamariposas, en alusión a la ciencia, campo que le es prohibido por el simple hecho de haber nacido mujer en una sociedad que discriminaba a las personas de su sexo. La silueta está rodeada de naturaleza, de plantas, y se identifican varios animales: ardillas, mariposas, pájaros, etc. La ciencia está representada de forma directa por un libro, un microscopio y un saltamontes en un frasco.
En el contexto de situación externo es relevante considerar que la escritora neozelandesa Jaqueline Kelly se inspiró en una granja de su propiedad de estilo victoriano con una antigüedad de 150 años situada en Fentress, cerca de San Marcos River en Texas. En verano hacía mucho calor y se preguntaba cómo lo soportaban las mujeres de la época y cómo era su vida en sociedad, cuáles podrían ser sus dificultades. Estas experiencias le permiten crear una historia que subraya, desde la perspectiva de una niña de once años, la presión social que sufrían las mujeres, el debate de género en ese momento (Reese, 2021, p. 29).[1] La novela critica los convencionalismos de género de finales del siglo XIX y trata el desarrollo de la personalidad, ya que se describe la evolución del personaje, su paso a la madurez durante los seis meses en que transcurre la historia novelesca. Sin embargo, la autora utiliza un final bastante abierto, a diferencia de las novelas similares publicadas en el siglo XIX, momento en que se desarrolla la acción. Callie descubre la nieve, algo insólito en Texas, el día 1 de 1900. El cambio de siglo simboliza pasar página, ser consciente de los cambios, pero no queda claro si realmente la protagonista logrará conseguir sus objetivos, si logrará ser científica (Heath, 2020, p. 89).
La novela ha tenido muy buena acogida, tanto en la cultura fuente como en la meta. Su recepción está fuera de toda duda. Se ha traducido, entre otras lenguas, al español, al italiano, al ruso, al catalán y al gallego. Se ha editado, incluso, en formato cómic en español. La editorial Roca publicó una edición especial de la traducción al español en 2021 con motivo del décimo aniversario de la publicación del libro que cuenta con más de 100 000 ejemplares vendidos en España. La traducción fue galardonada con el premio a la Mejor Novela Extranjera Independiente 2010 por la revista en línea El Templo de las Mil Puertas. Tiene una segunda parte titulada The Curious World of Calpurnia Tate (2015), que también se ha traducido al español con el título El curioso mundo de Calpunia Tate. La traducción ha corrido a cargo de Santiago del Rey.
En cuanto al efecto en el receptor, cabe mencionar que se trata de una novela juvenil de doble receptor (Oittinen, 2006, p. 35; Alvstad, 2018, p. 159) porque está dirigida al público juvenil, a partir de los once años, pero también al público adulto. La audiencia puede identificarse con la protagonista y observar la modernidad, los avances tecnológicos, los sentimientos y descubrimientos de la protagonista.
Siguiendo una perspectiva funcional (Nord, 1997), es obvio que la traducción debe mantener el mismo propósito, es decir, la misma intención y el mismo efecto en las y los lectores meta (Brunette, 2000, pp. 176-177). En el caso que nos ocupa la traducción debe, por tanto, mantener la crítica a los convencionalismos sociales del siglo XIX, los matices feministas del relato original. A esto hay que añadir que la propia traducción puede ser un instrumento feminista (Castro y Ergun, 2017), porque permite mantener, e incluso enfatizar, dichas referencias. En esta línea, von Flow (1991), por ejemplo, llega a proponer que a la hora de traducir se utilicen estrategias de “secuestro” con las que se feminice el texto todo lo que sea posible; estrategias de suplementación o compensación (presentando el género femenino de forma implícita) y estrategias de metatextualidad. De esta forma, la traducción destacaría todavía más el papel de la mujer y sus reivindicaciones, a pesar de la posible “manipulación” que esto pudiese implicar. Se debe mantener también la adecuación al contexto histórico (Brunette, 2000, p. 177), lo que permite a la audiencia situarse en el siglo XIX sin perder la perspectiva del presente. En cualquier caso, las estrategias de traducción deben seguir el criterio lógico que propone Brunette (2000, p. 175), es decir, mantener la coherencia y cohesión.
Veamos en el apartado siguiente las estrategias de traducción (Molina y Hurtado Albir, 2002, pp. 509-511) utilizadas por la traductora de la novela a la hora de trasvasar los aspectos lingüísticos para poder determinar si mantiene las connotaciones de igualdad de género o si incluso las subraya para lograr el mismo propósito que el texto fuente y el mismo efecto sobre la audiencia.
3. Trasvase de las referencias al feminismo e igualdad de género
La novela comienza en el verano de 1899, una estación del año en la que hace muchísimo calor. A sus hermanos les cortan el pelo para que puedan soportar mejor el agobio, pero a Callie su madre no la deja porque es una chica y las chicas deben tener el pelo largo: “She wouldn’t have me running about like a shorn savage” (Kelly, 2009, p. 4). En el texto meta leemos: “que no quería verme por ahí como una bestia esquilada” (Kelly, 2011, p. 11), por lo que al no utilizar la modulación (Molina y Hurtado Albir, 2002, p. 510) “salvaje” parece perder ciertas connotaciones, como la idea de indomable, primitivo y falto de educación. La crítica es más fuerte en el texto fuente.
Callie debe aprender a tocar el piano, pero sus hermanos no, porque la música no es cosa de chicos. En palabras del padre de la protagonista: “A boy needs piano like a snake needs a hoopskirt” (Kelly, 2009, p. 6). La traducción es la que sigue: “A un chico le hace tanta falta el piano como a una serpiente un tutú” (Kelly, 2011, p. 13). La traductora utiliza una modulación en la comparación: en vez de “miriñaque” utiliza el término “tutú”. Modula y adapta el concepto al receptor actual, manteniendo de esta forma la intención crítica a esta convención social y la idea de cursilería.
Otra de las tareas típicas de las niñas a las que Callie debe dedicarse obedeciendo a su madre, a pesar de que ella no está de acuerdo en absoluto, es la costura. Así lo explica la propia protagonista:
What did the embroidery bring? Something decorative and permanent and occasionally useful, yes, but I found it dull and quiet work, suitable for a rainy day with only the monotonous ticking of the parlor clock for company. Mouse work[2] (Kelly, 2009, p. 133).
¿Qué aportaban los bordados? Algo decorativo y permanente y alguna que otra vez útil, sí, pero yo lo encontraba un trabajo aburrido y sosegado, adecuado para un día de lluvia con la sola compañía del monótono tic-tac del reloj del salón. Un trabajo de mojigatos (Kelly, 2011, p. 83).
En este caso el texto original subraya que bordar es algo meticuloso y horrible, mientras que la modulación que encierra el uso del término “mojigatos” en el texto meta añade referencias a escrúpulos morales o religiosos y a cobardía. Se pierde también la alusión a “mouse”, al animal, referencia importante en toda la novela debido a la alusión indirecta al libro de Darwin. A su vez, el uso del masculino genérico en “mojigatos” parece perder las connotaciones de tratarse de un trabajo básicamente femenino, como se quiere criticar.
La propia madre de la protagonista es la que marca en todo momento las diferencias entre las cosas y tareas de niños y las de las niñas. Ella es la encargada de transmitir los valores tradicionales relacionados con los roles de género en la familia. La madre de Callie incluso parece actuar como si fuese su rival (Reese, 2021, p. 33), porque siempre se enfrenta a ella y no tiene en cuenta sus deseos y ambiciones. Por eso, la protagonista debe calcetar calcetines para el resto de la familia, sus hermanos incluidos, solo porque ella es la niña de la familia.
“Calpurnia,” said Mother a few days later, in a tone I dreaded, “I think it’s time you graduated from knitting scarves to socks. There is nothing like good, thick woollen socks made by a pair of loving hands. If we start now, you’ll have time to make a pair for all your brothers before Christmas, maybe even for Father and Grandfather, as well. Wouldn’t that be nice?” (Kelly, 2009, p. 152).
—Calpurnia —dijo mamá días después, en un tono que yo temía—, creo que es hora de que aprendas a tejer bufandas y calcetines. No hay nada como unos buenos y gruesos calcetines hechos por unas manos amorosas. Si empezamos ahora, te dará tiempo de regalar un par a cada uno de tus hermanos para Navidad, y quizá también a papá y al abuelo. ¿No te gustaría? (Kelly, 2011, p. 94).
La propuesta de traducción parece no recoger todas las connotaciones del término “graduated”. De hecho, la modulación encierra un error de traducción porque el término hace referencia a pasar de calcetar bufadas a calcetar algo más complicado: calcetines. El texto original incluye cierta ironía en dicho avance, en las opciones de “promoción” de Callie en las tareas domésticas. Estas connotaciones se pierden en el texto meta.
En ningún momento de la novela la madre de Callie permitirá que su hija se aleje de las tareas femeninas de la época. Su comportamiento es absolutamente tradicional y sigue todos los tópicos de una sociedad patriarcal, entre los que se incluye también su interés por la prensa rosa. En el ejemplo siguiente se describe cómo la madre comparte este interés con Viola, la cocinera negra de la familia.
Mother also shared old copies of Ladies’ Home Journal with her, and although Viola couldn’t read, she enjoyed paging through them and exclaiming over the latest outrageous fashions from Paris (Kelly, 2009, p. 51).
También compartí sus ejemplares de la Revista para mujeres y, aunque Viola no sabía leer, disfrutaba ojeándolos y comentando la escandalosa última moda de París (Kelly, 2011, p. 34).
Ladies’ Home Journal es una revista estadounidense dirigida al público femenino que se publica desde 1883 y que incluso en 1970 fue objeto de críticas por parte de activistas feministas que consideraban que no podía estar dirigida por un hombre y que tenía que centrarse en temas menos tradicionales. La traducción debería haber seguido una estrategia extranjerizante (Venuti, 1995) y haber mantenido el préstamo, el nombre de la revista, acercando de esta forma la cultura meta y la época a la audiencia. Destaca que en la traducción del nombre de la revista se omita la referencia a “home”, a las tareas de casa, por la crítica que encierra. De hecho, el origen de la revista está en un suplemento de la revista Tribune and Farmer titulado Women at Home.
Nuestra protagonista, Callie, tiene la opción, debido a la clase social a la que pertenece, de ir a la escuela, pero las diferencias entre chicos y chicas también se observan en el ámbito educativo, ya que en el patio los niños y las niñas estaban separados en 1899: “divided the girls’ side of the yard from the boys’” (Kelly, 2009, p. 137) [“dividía el lado de las chicas del de los chicos” (Kelly, 2011, p. 86)].
Un día castigan a Callie en clase. Uno de sus hermanos se lo cuenta a su madre al llegar a casa. A la madre le parece intolerable que una chica se comporte mal en clase porque, según ella, es un comportamiento aceptable solo en el caso de los chicos. Vemos en el ejemplo que la traducción no enfatiza “no es justo”, perdiéndose un matiz relevante ya que Callie se rebela ante esa situación.
“I don´t ever want to hear of you standing in the corner again, Calpurnia. The boys, I can understand at times. But you. Your behaviour is a blot on the family name.” “Well,” I huffed, “That is no fair” (Kelly, 2009, p. 145).
—No quiero volver a enterarme de que has estado en el rincón, Calpurnia. Los chicos, puedo entenderlo alguna vez. Pero tú... Tu comportamiento es una mancha para el buen nombre de la familia.
—Pues no es justo —me enfadé (Kelly, 2011, p. 90).
Las referencias al rol tradicional femenino se suceden a lo largo de toda la obra y Callie siempre se opone a ellas. En la sociedad de la época las niñas solo pueden aspirar a casarse, algo en lo que nuestra protagonista no piensa en absoluto, como se puede observar en el ejemplo siguiente, tanto en el texto original como en la traducción:
Against my will, I had arrived at that age when a young girl began to acquire those skills she would need to manage her own household after marriage. And of course, all the girls I knew expected to get married. Everybody did (Kelly, 2009, p. 210).
En contra de mi voluntad, había alcanzado la edad en que una chica empieza a adquirir esas habilidades que necesitará para gobernar su propio hogar una vez casada. Y, por supuesto, todas las chicas a las que yo conocía esperaban casarse. Todo el mundo lo hacía (Kelly, 2011, p. 129).
Entre las obligaciones de las mujeres en el matrimonio está la de cocinar para los respectivos maridos. Nuevamente la madre de la protagonista subraya este rol machista arraigado en la sociedad de la época. La traducción mantiene todos los matices.
“Boys don’t bake pies,” Mother said.
“Why not?” he said.
“They have wives who make pies for them.” […]
Was there any way I could have a wife, too? (Kelly, 2009, p. 228).
—No, J.B., los chicos no hacen pasteles —respondió mamá.
—¿Por qué? —quiso saber él.
—Porque tienen esposas que los hacen por ellos. […]
¿No había forma de que yo también tuviera una esposa? (Kelly, 2011, p. 140).
No siempre es la madre la encargada de explicarle a Callie las convenciones de género. Su hermano Lamar, por ejemplo, afirma que, como cualquier otra mujer, tendrá que cuidar a los hijos e hijas.
“Why do I have to mind the babies?” I asked Father.
“Because you’re the girl,” said Lamar offhandedly. I ignored him (Kelly, 2009, p. 199).
—¿Por qué tengo que ocuparme de los niños? —le pregunté a papá.
—Porque eres la chica —replicó Lamar con brusquedad. Yo lo ignoré (Kelly, 2011, p. 122).
La traductora utiliza el masculino genérico sin incluir ninguna referencia al género femenino. Podemos encontrar ejemplos similares en la novela: “Would appreciate her hard work in modling their children to value the Finer Things in Life” (Kelly, 2009, p. 71) [“valorasen su duro trabajo para enseñarles a sus hijos” (Kelly, 2011, p. 46)]. En nuestra opinión, en todos los casos debería utilizarse un lenguaje inclusivo en cuanto al género, debería haberse desdoblado el término utilizando masculino y femenino, desdoblando así la forma masculina no marcada y enfatizando la igualdad de género (Meneses, 2020, p. 1), tema central en la narrativa.
Siguiendo con la situación de la mujer en ese momento histórico, vemos que las mujeres no tienen derecho al trabajo (solo las esclavas y no es un derecho porque lo hacen en condiciones infrahumanas), ni al voto, ni pueden opinar: “Girls don’t get paid,” scoffed Lamar. “Girls can’t even vote. They don’t get paid. Girls stay at home” (Kelly, 2009, p. 200). Destaca que la traducción elimine el término “even” y el énfasis que implica porque incide en la crítica que hace Lamar, el hermano de Callie, uno de los hermanos más machistas de la familia: “A las chicas no les pagan —se burló él—. Las chicas no votan y no se les paga. Se quedan en casa” (Kelly, 2011, p. 122).
La situación social y laboral es bastante peor para las niñas pobres y negras que tienen que trabajar en las plantaciones de algodón: “Mother said that a proper lady always had a lawn and a garden; women who were not proper ladies had cotton planted right up to their windowsills” (Kelly, 2009, p. 189). La ironía del término “proper lady” se mantiene de forma correcta en la traducción: “Mamá siempre decía que una dama de verdad ha de tener césped y un jardín; las que no son damas de verdad tienen algodón plantado hasta su misma ventana” (Kelly, 2011, p. 115).
Como se puede deducir de todos estos ejemplos, Callie no es como las otras niñas y ella lo sabe. A pesar de su corta edad, es lo suficientemente madura para reconocerlo. El ejemplo siguiente resume a la perfección la actitud de la protagonista ante el trato discriminatorio que sufre por parte de su madre al ser la única niña de la familia. Refleja también su rebeldía y la necesidad de, a pesar de todo, aprender a comportarse siguiendo los cánones sociales de la época (Heath, 2020, p. 87).
My mother had got one girl out of seven tries at it. I guess I wasn’t exactly what she’d had in mind, a dainty daughter to help her bail against the rising tide of the rough-and-tumble boyish energy that always threatened to engulf the house. It hadn’t occurred to me that she’d been hoping for an ally and then didn’t get one. So I didn’t like to talk patterns and recipes and pour tea in the parlor. Did that make me selfish? Did it make me old? Worst of all, did it make me a disappointment? I could probably live with being thought selfish or odd. But a disappointment (Kelly, 2009, p. 192).
A mi madre le había salido una chica de siete intentos. Supongo que yo no era exactamente lo que ella tenía en la cabeza, es decir, una hija primorosa que la ayudara a lidiar con la creciente marea de energía muchachil y atolondrada que siempre amenazaba con devorar la casa. No se me había ocurrido que ella esperaba una aliada y nunca la tuvo. A mí no me gustaba hablar de recetas y estampados y servir té en el salón. ¿Y por eso era una egoísta? ¿Por eso era una rara? Y lo peor de todo, ¿por eso era una decepción? Seguramente podría vivir sabiendo que me consideraban egoísta y rara, pero una decepción... (Kelly, 2011, p. 117).
En la traducción hubiese sido más correcto enfatizar de forma explícita el género masculino al que alude de forma directa el término “boyish”, ya que todos los hermanos son chicos y es precisamente eso lo que se quiere criticar: la injusta situación de Callie al ser la única chica de la familia y las limitaciones que esto conlleva. Además, la personificación que encierra el término “disappointment” es muy dura y crítica en el texto fuente. Es cierto que las normas gramaticales requieren el pronombre “me” en inglés, pero la traducción podría haber mantenido la referencia directa a Callie para lograr exactamente el mismo efecto: “¿Eso me convertía en una decepción?”.
La personalidad de nuestra protagonista la lleva a no querer ser una princesa bajo ningún concepto. Critica este tópico tan común en la infancia, enfatizando su ávida necesidad de leer y ampliar sus conocimientos. Le encantan los libros y con ellos pretende romper con las diferencias de género, como vemos tanto en el texto fuente como en el meta. Callie no necesita que la “rescate” ningún caballero ni ningún príncipe.
I would live my life in a tower of books. I would read all day long and eat peaches. And if any young knights in armor dared to come calling on their white chargers and plead with me to let down my hair, I would pelt them with peach pits until they went home (Kelly, 2009, p. 16).
Viviría en una torre hecha de libros; me pasaría el día leyendo y comiendo melocotones. Y si algún caballero con armadura se atrevía a acercarse en su blanco corcel y a rogarme que le lanzara mi trenza, lo acribillaría con huesos de melocotón hasta que se marchara (Kelly, 2011, p. 14).
Precisamente por esto es criticable e irónico el regalo que los padres de Callie le entregan en Navidad: un libro titulado La ciencia de las amas de casa (The Science of Housewifery). Callie esperaba con ansiedad que le regalaran un libro, pero un libro científico. La reacción de la protagonista lo dice todo:
I stared in bedfuddlement. It made no sense to me. What could it mean? Was the written even English? The Science of Housewifery, by Mrs. Josiah Jarvis. This couldn’t be right. My hands turned to wood. I fumbled the book open to the Table of Contents and read: “Cooking for the Invalid.” “Favourite Pickles and Relishes.” Removing Difficult Stains”, I stared at these grim subjects (Kelly, 2011, p. 304).
Me lo quedé mirando, ofuscada. No entendía nada. ¿Qué podía significar? ¿Las amas de casa tenían una ciencia? La ciencia de las amas de casa, por la señora de Josiah Jarvis. No podía ser cierto. Las manos se me volvieron de plomo. Abrí el libro por el índice y leí: “Cocinar para enfermos”, “Las mejores guarniciones”, “Cómo quitar manchas difíciles”. Contemplé esos temas deprimentes (Kelly, 2009, p. 185).
En este caso el texto meta utiliza una creación discursiva (Molina y Hurtado Albir, 2002, p. 510) muy acertada en relación con la intención de la autora y la recepción, puesto que a Callie le resulta totalmente increíble e inadmisible identificar la ciencia con las tareas de las amas de casa.
Como ya hemos comentado, Callie es una niña preocupada e interesada por la naturaleza, algo impensable para una chica de su época: “You’re a regular naturalist in the making” (Kelly, 2009, p. 8) [“eres toda una naturalista en ciernes” (Kelly, 2011, p. 10)]. Para lograrlo, cuenta con la complicidad de su abuelo, Walter Tate, miembro de la Natural Geographic Society, puesto que en la familia solo él la entiende y la anima. Callie se acerca a su laboratorio, consciente de que él sabe apreciar sus cualidades e inteligencia. Ya al comienzo de la obra el abuelo le enseña un ejemplar del libro El origen de las especies que conserva en su biblioteca, lo que entusiasma a Callie ya que llevaba tiempo intentando conseguirlo (era un libro prohibido). Así comenzará su estrecha relación humana y científica. Las referencias a esta obra científica son continuas en la narrativa.
A la hora de traducir las citas de la obra de Darwin que encabezan los capítulos la traductora suele utilizar el masculino, con connotaciones genéricas, perdiéndose de esta forma las referencias a las mujeres. En este caso se debería haber utilizado un tipo de lenguaje sensible al género, por lo que una generalización (Molina y Hurtado Albir, 2002, p. 511) como “humanidad” o “personas” podría respetar todas las connotaciones y la intención de la autora al destacar que las mujeres pueden ser científicas.
We have seen that man by selection can certainly produce great results, and can adapt organic beings to his own uses […] But Natural Selection […] is a power incessantly ready for action, and it is immeasurably superior to man’s feeble efforts, as the works of Nature are to those of Art (Kelly, 2009, p. 54).
Hemos visto que sin duda el hombre puede utilizar la selección para obtener grandes resultados [...]. Pero la selección natural [...] es una potencia incesantemente lista para la acción e inmensamente superior a los pobres esfuerzos del hombre, como las obras de la naturaleza lo son a las del arte (Kelly, 2011, p. 36).
Solo hemos identificado una excepción en esta clase de ejemplos, en el trasvase al español de la cita del capítulo 12: “There are not many men who will laboriouly examine internal and important organs, and compare them in many specimens of the same species (Kelly, 2009, p.172)”. En este caso la traductora utiliza de forma correcta una generalización: “Hay pocas personas que se dediquen a la laboriosa tarea de examinar órganos internos importantes y compararlos en varios ejemplares de la misma especie” (Kelly, 2011, p. 105). El uso de términos genéricos abstractos es una estrategia de trasvase que generalmente contribuye a mantener los matices femeninos y el lenguaje inclusivo que respeta el género (Instituto Asturiano de la Mujer, 2008).
Es relevante comentar que la complicidad con el abuelo en detrimento de la figura paterna es común en las novelas protagonizadas por chicas de finales del siglo XIX (Reese, 2021, p. 30). Se crea una relación muy especial entre ellos, ya que el abuelo será la persona que apoye a Callie en todo momento, mientras que el padre de esta casi no tiene ninguna presencia en la obra. El abuelo le abre las puertas de la ciencia; la trata como si estuvieran al mismo nivel, como si fuese una colega más, y la instruye siempre que puede. Callie consigue enseguida, por ejemplo, por si sola, distinguir entre los saltamontes amarillos y los verdes. Debido a estos intereses, Callie se frustra cada vez más con sus tareas de “niña”. Su ambición es tal que incluso se imagina que lee esta noticia en el periódico: “Girl Scientist Thwarted for All Time by Stupid Sewing Projects. Loss to Society Immeasurable. Entire Scientific Community Mourning” (Kelly, 2009, p. 217-218). En este ejemplo la traductora recurre al uso de mayúsculas al tratarse de un titular de prensa, pero no cabe duda de que esto implica un cierto énfasis en estas frases que resumen la esencia de la novela: “CHICA CIENTÍFICA FRUSTRADA PARA SIEMPRE POR ESTÚPIDO PROYECTO DE COSTURA. UNA PÉRDIDA INCALCULABLE PARA LA SOCIEDAD. LA COMUNIDAD CIENTÍFICA AL COMPLETO LO LAMENTA” (Kelly, 2011, p. 133).
Callie le pregunta a su abuelo, su mejor apoyo, si las chicas pueden ser científicas en 1899: “Girls…. Girls can be scientists, too.” We both pretended not to hear the quiver in my voice. “Can’t they?” (Kelly, 2009, p. 256) [“Las chicas... las chicas también pueden ser científicas. —Ambos fingimos no notar el temblor en mi voz—. ¿Verdad?” (Kelly, 2011, p. 156)].
La protagonista quiere estudiar en la universidad, como puede hacer cualquier chico. Así se lo dice a Lula Gates, su mejor amiga, una chica que cumple todos los cánones de las mujeres de la época: “I think maybe I want to go to the university” (Kelly, 2009, p. 241). La frase no presenta problemas y la estrategia de trasvase seguida es una traducción literal: “Creo que a lo mejor quiero ir a la universidad” (Kelly, 2011, p. 147).
El conocimiento de la ciencia y de la naturaleza de Callie la lleva a anotar en su cuaderno, regalo de su hermano mayor Harry, todo lo que observa, a la vez que compara la naturaleza con la sociedad, los animales con las diferencias entre niños y niñas. A ella le hubiese gustado poder escoger ser chico (o chica), como les sucede a algunos animales. En el ejemplo siguiente vemos que todas las connotaciones se mantienen en el texto meta, pero se podría haber utilizado el desdoblamiento “niños y niñas humanas” en vez del genérico masculino.
More Questions for the Notebook. Do caterpillars come as male or female? Or do they turn into male or female while they’re asleep in their cocoons? Granddy had told me about the wasp that could opt to be male or female while in a larval stage. An interesting thought. I wondered why human children weren’t given that option in their grub stage, say up through age five. With everything I had seen about the lives of boys and girls, I would definitely choose to be a boy grub (Kelly, 2009, p. 114-115).
Más preguntas para el cuaderno: ¿Tienen machos y hembras las orugas? ¿O se convierten en machos o hembras mientras duermen en sus capullos? El abuelito me había hablado de la avispa, que podía optar por ser macho o hembra en su fase larvaria. Una idea interesante. Me preguntaba por qué los niños humanos no tienen esta opción en su fase de larvas, pongamos hasta los cinco años. Con todo lo que había visto de las vidas de chicos y chicas, yo elegiría ser una larva chico, seguro (Kelly, 2011, p. 72).
La naturaleza ofrece claves de las relaciones entre chicos y chicas. Estas conexiones directas entre los seres humanos y los animales son rasgo de identidad de la obra y hacen que sus descripciones sean únicas, originales y detalladas, a la vez que subrayan la inteligencia de nuestra protagonista, que no entiende que en la naturaleza sea la hembra la que pueda escoger, pero en su sociedad ella no tenga opciones. La traducción mantiene las connotaciones de género en el ejemplo siguiente:
“It’s funny,” I said, “that girls have to be pretty. It’s the boys that have to be pretty in Nature. Look at the cardinal. Look at the peacock. Why is it so different with us.”
“Because in Nature it is generally the female who chooses” (Kelly, 2009, p. 295).
—Es curioso que las chicas tengan que estar guapas —comenté—. En la naturaleza, los que tienen que estar guapos son los chicos. Fíjese en el cardenal. O en el pavo real. ¿Por qué es tan distinto entre nosotros?
—Porque en la naturaleza suele ser la hembra la que elige (Kelly, 2011, p. 179).
El abuelo siempre anima a Callie a que continúe investigando todo lo que les rodea. El abuelo es especialmente consciente del logro de la protagonista, que es una chica, por lo que insiste en este hecho con frecuencia. Lo podemos ver en el ejemplo siguiente, en el que este habla durante una comida familiar después de que les hayan confirmado de forma oficial que sí han descubierto una nueva especie. No se puede sentir más orgulloso de su nieta.
“It’s true,” said Granddady, raising his glass in my direction. “None of this would have happened without the help of my only grandchild, Calpurnia.” He drank serenely.
His only grandchild! There was stunned silence from my brothers, followed by a rising swell of muttering and hissing.
“Pardon me,” said Granddaddy, catching his mistake and bowing. “I meant, of course, my only granddaughter” (Kelly, 2009, p. 326).
—Es cierto —afirmó el abuelito mientras alzaba su copa hacia mí—. Nada de esto habría ocurrido sin la ayuda de mi única nieta, Calpurnia.
Y bebió con toda la calma.
¡Su única nieta! Se hizo un silencio helado, seguido de una oleada creciente de murmullos y siseos.
—Perdón —añadió el abuelito al comprender su error, e hizo una reverencia—. Quería decir mi única nieta chica, por supuesto (Kelly, 2011, p. 197).
En este ejemplo vemos que en inglés el abuelo no marca el género la primera vez que menciona a Calpurnia y, al darse cuenta de su error, por la reacción de los hermanos de Callie, debe insistir en ello la segunda vez. Esa insistencia parece excesiva en español. La traducción literal seguida (Molina y Hurtado Albir, 2002, p. 510) resulta poco acertada y confusa porque una nieta es siempre una chica.
De hecho, la traductora marca el femenino en casi todas las conversaciones o referencias de Callie y su abuelo, pero parece que no hay otra opción desde el punto de vista lingüístico. Estos son algunos ejemplos: “a smart young whip like you can figure it out” (Kelly, 2009, p. 11) [“una chica lista como tú lo sabrá resolver (Kelly, 2011, p. 11)]; “as a scientist, you must be truthful about your observations” (Kelly, 2009, p. 56) [“como científica debes ser veraz con tus observaciones” (Kelly, 2011, p. 37)].
4. Conclusiones
La novela The Evolution of Calpurnia Tate presenta a una protagonista rebelde y valiente que no entiende las convenciones sociales de 1899, convenciones que ponen trabas, solo por ser chica, a su ambición de convertirse en una científica reconocida. La audiencia se puede identificar con Callie, con sus sentimientos y su comportamiento a medida que va desarrollando su personalidad. La protagonista narra la historia en primera persona y en sus palabras subyace una crítica a la falta de oportunidades por haber nacido chica y a las normas de una sociedad que no le permite alejarse de los roles tradicionales femeninos con los que su propia madre se identifica.
El análisis evaluativo (Marco Borillo, 2001) aplicado a la novela y a su traducción, permite concluir que la traductora no omite las referencias feministas, en línea con las tendencias actuales en las traducciones más recientes de obras de literatura infantil y juvenil en las que ya no se suelen eliminar referencias a raza, identidad sexual, feminismo, religión, etc. (García de Toro, 2020, p. 476). Sin duda, cabe destacar también que las referencias identificadas en esta novela en las que se critican cuestiones de igualdad de género no conllevan dificultades de trasvase. La traducción literal o la modulación (Molina y Hurtado Albir, 2002, p. 510) suelen ser las técnicas de traducción empleadas. Sin embargo, la traducción es demasiado literal en muchos casos y no siempre es correcta porque se pierden algunos matices que subrayan la igualdad de género. Este hecho es relevante porque la intención de la autora (Brunette, 2000, p. 177) se ve afectada de alguna manera. La traductora debería haber marcado el femenino en todos los casos posibles enfatizando de esta forma las diferencias entre las cosas de niños y cosas de niñas, lo que no pueden hacer las niñas, porque esto es lo que critica el relato. Es cierto que la traducción mantiene las comparaciones con la naturaleza y los animales, pero tendría que haberse desdoblado el género en todos los casos o utilizar un sustantivo abstracto, no el masculino genérico. Se debería haber utilizado un lenguaje inclusivo en cuanto al género para mantener la intención de reprobación de la autora. De hecho, parece que la traductora no le presta especial atención a la crítica a las convencionales sociales tradicionales y al papel de la mujer en la sociedad de esa época. Al no seguir una cierta estrategia feminista, no se plantea tampoco subrayar más el feminismo (von Flow, 1991) que encierran algunas frases. Esto afecta directamente a otro criterio, al efecto diferente que este hecho provoca en los y las lectoras del texto meta. En general, sí se tiene en cuenta el momento histórico, pero las decisiones no son siempre coherentes, lo que repercute en cierta medida en la calidad de la traducción y al mensaje que quiere transmitir.
En definitiva, en la traducción se deberían haber mantenido, e incluso destacado, todos los matices o connotaciones feministas de la narrativa para preservar la intención de la autora y el mismo efecto en la audiencia receptora, ya que el papel de la literatura juvenil que aborda cuestiones de género, y de su traducción, es determinante para lograr una sociedad igualitaria.
[1] Véase al respecto el testimonio de Jaqueline Kelly publicado en la web Saffron Tree (Anónimo, 2012).
[2] Salvo que se indique lo contrario, las cursivas en todas las citas de la novela de Kelly son de la autora del trabajo.
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Nota sobre la autora
Beatriz M.ª Rodríguez Rodríguez es profesora del Departamento de Traducción y Lingüística de la Universidade de Vigo desde 2005 y doctora por la Universidade de Santiago de Compostela (2003). Su docencia gira en torno a la traducción editorial y la traducción inversa español-inglés. Su campo de investigación se centra en la didáctica de la traducción y la crítica de la traducción literaria (inglés, español, gallego), especialmente la traducción de la literatura infantil y juvenil, campos en los que ha publicado numerosos capítulos de libros y artículos y en los que ha participado en diversos proyectos de investigación nacionales e internacionales. Desde 2019 es presidenta de la Asociación Nacional de Literatura Infantil y Juvenil (ANILIJ).
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