Philologica Canariensia

Revista de Filología de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria 20 (2014), pp. 155-157

eISSN: 2386-8635

DOI: https://doi.org/10.20420/PhilCan.2014.0024 

 

 

 

MÓNICA MARÍA MARTÍNEZ SARIEGOCrítica literaria: comentario de textos narrativos y poéticos, Valencia, Pasionporloslibros, 2010, 166 pp. ISBN: 978-84- 938190-8-8.

 

 

En este trabajo, la autora nos ofrece una selección de comentarios de textos líricos y narrativos que pretenden integrar en un modelo de análisis coherente elementos de narratología, métrica y retórica. La autora parte de una serie de premisas teóricas, que se exponen en las páginas introductorias (pp. 5-7), y luego procede al análisis detallado de varios textos en dos bloques: textos narrativos (pp. 9-104) y textos líricos (pp. 105-165). En el apartado de textos narrativos se proporcionan cuatro ejemplos de análisis de cuentos y uno de novela. Se trata de los relatos “El guardagujas”, del mexicano Juan José Arreola (pp. 11-26); “El Sur”, de Jorge Luis Borges (pp. 27- 40); “Axolotl”, de Julio Cortázar (pp. 41-56); “Últimos atardeceres en la tierra”, de Roberto Bolaño (pp. 57- 74) –que, por su extensión, constituye, prácticamente, una novela corta–; y la novela Ágata ojo de gato, de José Manuel Caballero Bonald (pp. 75-104). En el caso de los textos líricos, la autora proporciona un ejemplo de comentario de un poema, la “Oda al Rey de Harlem” de Federico García Lorca (pp. 107-120); un ejemplo de lo que en la tradición francesa se llama comentario compuesto, consistente en el análisis conjunto de tres textos de Vicente Aleixandre, José Antonio Muñoz Rojas y Diego Jesús Jiménez (pp. 121-138); y, para terminar, un análisis de un poemario: Selección Po ética, de Francisco Brines (pp. 139- 165).

A la hora de analizar los textos narrativos, la autora parte de las pautas suministradas por Darío Villanueva en El comentario del texto narrativo: cuento y novela (Madrid, Mare Nostrum, 2006), integrándolas con otras aportaciones teóricas. Se parte de la premisa enunciada por E. Morgan Forster (Aspects of the Novel, 1927), según el cual la diferencia fundamental entre cuento y novela viene  dada, sobre todo, por la extensión del texto. Aunque el cuento presenta, sin duda, particularidades estructurales frente a la novela, en ambos casos la historia se transforma en discurso a través de tres operaciones básicas (modalización, espacialización y temporalización), cuyo funcionamiento se explora en los textos comentados. Aunque este esquema metodológico está bien establecido, la autora también ofrece algunas aportaciones originales en sus comentarios, sobre todo llamadas de atención sobre conexiones intertextuales susceptibles de ser exploradas con mayor profundidad en artículos futuros. El relato “El guardagujas” de Arreola, relacionado por la crítica con “The Signalman”, de Charles Dickens, lo vincula la autora, más bien, con el capítulo XXII de Le Petit Prince (1943), de Antoine de Saint-Exupéry, donde el Principito mantiene un diálogo con un guardagujas que le ilustra sobre la abulia de   unos viajeros que no saben qué quieren ni a dónde se dirigen y que simbolizan el absurdo de la existencia humana. Es aportación original, asimismo, la conexión de la novela  Ágata ojo de gato con el naturalismo y, más en concreto, con la novela La madre Naturaleza (1887), de Emilia Pardo Bazán. El incesto que llegan a consumar Pedro Lambert III y su  tía Blanquita, de aproximadamente la misma edad, recuerda al que, impelidos por la naturaleza, cometen, sin saber que son hermanos, Manuela y Perucho. La frase que al final de esta novela pronuncia Gabriel Pardo –“Naturaleza, te llaman madre… Más bien deberían llamarte madrastra”– resumen además, como subraya la autora, la que también es la tesis principal de Ágata ojo de gato, según puso de relieve el mismo Caballero Bonald al afirmar que su novela era manifestación del  mito de la mater terra, esto es, el de la tierra madre que castiga a todo aquel  que pretende ultrajarla.

En el bloque de textos líricos, la autora presenta de forma sistemática esquemas para el análisis de varias de las manifestaciones del género, describiendo y categorizando en cada caso los estratos y constituyentes que definen y singularizan este tipo de textos, entre ellos la actorialización (funciones, esquema actorial, procesos), la modalización lírica (actitudes y voz), los símbolos (escénicos y de protagonización) y las figuras. En todos los casos, además de identificar los constituyentes del universo imaginario representado, se analiza el uso de la métrica y de las figuras retóricas. En el caso de los textos líricos no se sigue, sin embargo, un mismo esquema en todos los capítulos. Ello se debe a que los objetos analizados son de distinto alcance: poema, conjunto de poemas y poemario. Así, la lorquiana “Oda al rey de Harlem” se contextualiza sólo brevemente, pues lo que interesa es analizar su singularidad en tanto que poema. En el comentario compuesto, tras presentar brevemente cada texto, se efectúa un análisis contrastivo de actorialización lírica, lengua poética y unidades tematológicas. El poemario de Brines, en fin, se analiza globalmente, aunque se incluye, como apéndice, un comentario específico del texto “Todos  los rostros del pasado”.

Nos hallamos, en definitiva, ante un libro claro y sencillo que, como plantea Martínez Sariego en el prefacio al trabajo, tiene indudable operatividad didáctica. A través de ejemplos de comentario de textos literarios hispánicos contemporáneos nos ofrece la autora pautas cuya aplicación en el aula puede ser fructífera. Quizá un libro que hubiera dado cabida a la totalidad de géneros literarios, incluyendo también algún ejemplo de análisis de textos dramáticos y ensayísticos, habría resultado más abarcador e ilustrativo, pero no era este, en esta ocasión, el propósito que se pretendía. Sí habría resultado conveniente, sin embargo, incluir un índice de temas y autores y, quizá, una bibliografía conjunta. Sea como fuere, el libro cumple su propósito y lo hace ofreciéndonos análisis de textos de especial interés de forma rigurosa y correcta. Son sobresalientes, además, las aportaciones en los apartados de pragmática externa, pues en muchos casos contienen en germen ideas para trabajos de investigación original que la autora podría desarrollar en el futuro. En este apartado es reseñable, en particular, su familiaridad tanto con la literatura hispánica como con textos de otras tradiciones literarias occidentales, en la medida en que estos intertextos son, muchas veces, los que proporcionan la clave de interpretación del texto analizado. Por todas estas razones, el libro que reseñamos merece reconocimiento tanto desde una perspectiva investigadora como didáctica.

 

JUAN ANTONIO GÓMEZ LUQUE

Universidad de Córdoba