Philologica Canariensia 22 (2016), 105-116     

eISSN: 2386-8635          

Recibido: 29 de mayo de 2016; versión revisada aceptada: 20 de septiembre de 2016

Publicado: 25 de octubre de 2016

DOI: https://doi.org/10.20420/PhilCan.2016.105  

 

 

LA DISPONIBILIDAD LÉXICA DE ESTUDIANTES MARROQUÍES  

DE NIVEL UNIVERSITARIO: RESULTADOS GENERALES

 

MOHAMED SERFATI

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

 

RESUMEN: El objetivo de este estudio es presentar el análisis de los datos cuantitativos obtenidos en el léxico disponible de 350 universitarios marroquíes de español como lengua extranjera en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Ibn Zohr de Agadir. Una vez volcada la información de la encuesta mediante el programa informático LexiDisp, nos hemos basado en el análisis de aspectos de mayor envergadura, tales como el número total de palabras y vocablos, el índice de cohesión y el rango por centro de interés.

PALABRAS CLAVE: disponibilidad léxica, ELE, competencia léxica, productividad

 

Lexical availability of university-level Moroccan students: general results 

ABSTRACT: The aim of this study is to present the analysis of quantitative data in the available lexicon of 350 Moroccan university students of Spanish as a foreign language at the Faculty of Letters and Human Sciences of the University Ibn Zohr, Agadir. Once the survey information is transferred to the LexiDisp software, we have analyzed larger-scale aspects such as the total number of words, the cohesion index, and the range by center of interest. 

KEYWORDS: lexical availability, ELE, lexical competence, productivity 

 

1.  INTRODUCCIÓN 

La disponibilidad léxica es un campo de investigación, dentro de la lingüística, que tiene como objetivo el estudio de un tipo de léxico constituido por un conjunto de palabras que los hablantes tienen en su lexicón mental y cuyo uso está condicionado por el tema concreto de la comunicación (Michéa, 1953, 340). Como sabemos, el léxico disponible se diferencia del léxico básico porque este último lo constituyen las palabras más frecuentes de una lengua, independientemente del tema tratado. La suma de ambos léxicos, es decir, el léxico disponible y el léxico frecuente, forma el léxico fundamental de una lengua.

El nacimiento de la disciplina de la disponibilidad léxica en los años cincuenta del siglo pasado está íntimamente relacionado con la adquisición y el aprendizaje del francés destinado, principalmente, a los extranjeros, tanto los afincados en las excolonias como los inmigrantes que llegaban a Francia por motivos políticos, económicos y sociales. El germen de los estudios de disponibilidad léxica empieza en el mundo hispanohablante en los años setenta, concretamente en 1973, con la primera investigación de disponibilidad léxica de los escolares de San Juan, que fue dada a conocer por su autor, Humberto López Morales, en una conferencia sobre frecuencia y disponibilidad léxica en escolares de primer grado.

En el estudio del que partimos para llevar a cabo este artículo se ha utilizado la metodología propia del proyecto panhispánico de Disponibilidad Léxica coordinado por López Morales, secretario durante muchos años de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Dicho proyecto cuenta ya con los léxicos disponibles de varias comunidades de habla y con un número importante de trabajos recopilados en un banco de datos panhispánico de fácil acceso para los investigadores (http://www3.usal.es/dispolex). Además de los trabajos coordinados en el marco del citado proyecto, donde los informantes son, en su mayoría, alumnos preuniversitarios y nativos, cabe mencionar las indagaciones sobre disponibilidad léxica de los inmigrantes que se encuentran en situación de inmersión lingüística y que requieren una enseñanza real del léxico aplicable al contexto en el que viven. Entre los estudios sobre el tema destacan los de Samper Hernández (2002), Fernández-Merino Gutiérrez (2011), Sánchez-Saus Laserna (2011), Jiménez Berrio (2013) y Gallego Gallego (2014). Por otro lado, la obra editada por Ávila Muñoz y Villena Ponsoda —Variación social del léxico disponible en la ciudad de Málaga (2010)— constituye una singularidad frente a los demás trabajos, ya que estamos ante una nueva vía de investigación en los estudios sociolingüísticos de estratificación social y disponibilidad léxica. La muestra que nos corresponde en este artículo está constituida por estudiantes universitarios de español como lengua extranjera en el Departamento de Hispánicas de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Ibn Zohr de Agadir. 

El objetivo que nos ha motivado para la elección de este tipo de informantes ha sido el de comprobar el caudal léxico de estos sujetos según el curso académico, aspecto que arrojará datos de gran interés para futuros trabajos, sobre todo en esta parcela de informantes que no sigue las directrices de los estudios de disponibilidad léxica que han considerado que la edad óptima de los hablantes es de 18 años. No obstante, en muestras de hablantes nativos, Julio Borrego Nieto se pregunta “si representa realmente el informante preuniversitario la norma culta panhispánica que se busca” y afirma que “harían falta trabajos que compararan con los resultados de hablantes cultos de mayor edad” (2004, 65).

A continuación, exponemos las pautas metodológicas y los resultados generales de nuestra investigación. En ella analizamos los datos cuantitativos relativos al número de palabras y de vocablos que han incorporado los encuestados, así como el grado de cohesión que presentan en cada centro de interés.

 

2.  METODOLOGÍA SEGUIDA 

Nuestra investigación mantiene, como es lógico, las pautas metodológicas comunes del proyecto panhispánico aplicadas de manera sistemática tanto en España como en Hispanoamérica, ya que la uniformidad de los criterios permitirá comparar la disponibilidad léxica de nuestros informantes con la obtenida en el resto de las investigaciones con nativos y las realizadas a los aprendientes de español como lengua extranjera. De esta forma, podremos medir las semejanzas y las diferencias no solo léxicas sino también culturales entre los hablantes (Mackey, 1971, 26-27).

En cuanto a los informantes, nuestra muestra está constituida por un total de 350 estudiantes de español como lengua extranjera de nivel superior —estratificados en función de cinco variables— procedentes de las distintas áreas geográficas que cubre la Universidad Ibn Zohr de Agadir. Como veremos, esta cifra, que parece suficiente para establecer los cotejos que pretendemos, no se aleja tanto de la que suele escogerse en los distintos estudios del proyecto panhispánico coordinado por López Morales, ya que se aproxima al número que se ha recomendado para la recolección de los léxicos disponibles en el nivel preuniversitario (400) en la reunión celebrada en Bilbao en 1999. En la siguiente tabla se recoge la distribución de los informantes según las variables sociológicas tomadas en consideración:

 

 

Sexo

Lengua materna

Nivel sociocultural

Curso

Conocimiento de otra(s) lengua(s)

Hombre

131

 

 

 

 

Mujer

219

 

 

 

 

Árabe

 

143

 

 

 

Tamazight

 

207

 

 

 

Bajo

 

 

244

 

 

M. Bajo

 

 

82

 

 

M. Alto

 

 

15

 

 

Alto

 

 

9

 

 

Curso 1

 

 

 

142

 

Curso 2

 

 

 

96

 

Curso 3

 

 

 

112

 

Francés

 

 

 

 

246

Inglés

 

 

 

 

92

Alemán

 

 

 

 

7

Italiano

 

 

 

 

5

 

Tabla 1. Datos generales de la muestra

En el momento de la realización de las encuestas —que duran aproximadamente unos 45 minutos— se les explicó a los informantes de cada curso el mecanismo para su cumplimentación y se les dio una serie de recomendaciones, siguiendo los lineamientos de López Morales en su investigación sobre Puerto Rico (1999, 39): 

 

  1.     Escribir todas aquellas palabras que estuviesen relacionadas con el tema propuesto dentro de los dos minutos cronometrados y, si faltase espacio, seguir escribiendo al dorso del folio. En caso de terminar la escritura antes de finalizar el tiempo acordado, el informante debería aguardar y no pasar a escribir las palabras del centro siguiente.
  2.    No dejar de escribir una palabra por el hecho de dudar de su corrección ortográfica, de tal manera que ello no representara un motivo para no incorporar alguna palabra, o bien para que el informante no se detuviera a pensar en las reglas ortográficas.
  3.    Decir a cada nivel encuestado que la prueba no conlleva ninguna calificación que incida en la nota del curso y, por consiguiente, que no es válido que copien palabras de otros compañeros, puesto que, si así fuera, la prueba quedaría invalidada y no tendría ningún interés en la investigación.

Los centros de interés que sirven de estímulo temático en nuestra investigación para obtener el léxico disponible como marca el proyecto panhispánico son los siguientes: 01. ‘Partes del cuerpo’, 02. ‘La ropa’, 03. ‘Partes de la casa (sin muebles)’, 04. ‘Los muebles de la casa’, 05. ‘Alimentos y bebidas’, 06. ‘Objetos colocados en la mesa para la comida’, 07. ‘La cocina y sus utensilios’, 08. ‘La escuela: muebles y materiales’, 09. ‘Iluminación, calefacción y medios de airear un recinto’, 10. ‘La ciudad’, 11. ‘El campo’, 12. ‘Medios de transporte’, 13. ‘Trabajos del campo y del jardín’, 14. ‘Los animales’, 15. ‘Juegos y distracciones’, 16. ‘Profesiones y oficios’, 17. ‘Los colores’.

Por último, en la edición de los datos obtenidos seguimos las directrices para los estudios del proyecto panhispánico de disponibilidad léxica (vid. Samper Padilla, 1998) y las que se contemplan en otros trabajos realizados sobre el español como lengua extranjera (vid. Samper Hernández, 2002). Con ello, pretendemos que la edición de nuestros datos sea lo más abarcadora posible, ya que el objetivo que queremos conseguir en nuestra investigación es observar cuál es el vocabulario que realmente conocen estos estudiantes y no la determinación de los vocablos que pueden formar parte de estos campos asociativos en un sentido estricto.

3.  RESULTADOS OBTENIDOS 

Dedicamos este apartado a presentar el análisis de los datos cuantitativos obtenidos en el léxico disponible de los universitarios marroquíes de español como lengua extranjera, una vez exportada la información obtenida de las encuestas al programa informático LexiDisp, creado por J. E. Moreno Fernández y A. J. García de las Heras. Nos hemos basado en el análisis de aspectos de mayor interés, como señalan Samper Padilla, Bellón Fernández y Samper Hernández (2003, 27-140), tales como el número total de palabras y vocablos, densidad léxica, índice de cohesión y rango por centro de interés.

3.1.  Producción de palabras 

Como sabemos, el número de palabras es uno de los cuatro índices primordiales de los estudios de disponibilidad léxica. Dicho índice puede considerarse un dato dependiente del tamaño muestral, es decir, el número de palabras recogido varía en función del número de informantes seleccionados, ya que es una cifra que engloba todas las respuestas actualizadas por los encuestados e incluso aquellas que están repetidas. 

El número de palabras que han aportado nuestros informantes alcanza un total de 49.353 lexemas. Esta cantidad se traduce en una media de 141,00 respuestas por informante y 2903,11 por centro de interés. Como puede observarse en la tabla 2, algunos centros de interés son muy productivos, mientras que otros recogen una cantidad reducida de unidades léxicas, por lo que los valores extremos se sitúan en 4508 y 1695 lexemas. En la tabla se indica la posición relativa que ocupa cada ámbito nocional según la productividad léxica de los encuestados, además del número de palabras y promedio de respuestas por informante. La tabla va seguida de un gráfico sinóptico que permite poder ver claramente la disparidad numérica de cada ámbito temático por separado.

Los centros de interés en los que los aprendices aportan un mayor número de unidades léxicas son, por este orden, 16 ‘Profesiones y oficios’, 01 ‘Partes del cuerpo’, 10 ‘La ciudad’, 14 ‘Los animales’ y 08 ‘La escuela: muebles y materiales’. Por el contrario, los campos léxicos menos productivos son, de mayor a menor pobreza léxica, 09 ‘Iluminación, calefacción y medios de airear un recinto’, 06 ‘Objetos colocados en la mesa para la comida’, 07 ‘La cocina y sus utensilios’, 13 ‘Trabajos del campo y del jardín’ y 02 ‘La ropa’.

También, se encuentran por debajo del promedio de respuestas por centro de interés (8,29), de mayor a menor número de entradas, 03 ‘Partes de la casa (sin muebles)’, 12 ‘Medios de transporte’, 04 ‘Los muebles de la casa’ y 15 ‘Juegos y distracciones’. La menor productividad léxica corresponde, como se dijo anteriormente, a las áreas temáticas 06 ‘Objetos colocados en la mesa para la comida’ y 09 ‘Iluminación, calefacción y medios de airear un recinto’, con una distancia respecto al promedio que comprende en ambos campos asociativos, cuando menos, los 2,91 y 3,45 puntos, respectivamente.

 

 

C.I.1

Rango

Palabras

Promedio

Distribución porcentual

01

2

4001

11,43

8,10

02

13

2318

6,62

4,70

03

9

2853

8,15

5,78

04

11

2565

7,32

5,20

05

6

3234

9,24

6,55

06

16

1883

5,38

3,82

07

15

2112

6,03

4,28

08

5

3462

9,88

7,01

09

17

1695

4,84

3,43

10

3

3909

11,16

7,92

11

7

3045

8,7

6,17

12

10

2626

7,50

5,32

13

14

2116

6,04

4,29

14

4

3635

10,38

7,37

15

12

2392

6,83

4,85

16

1

4508

12,88

9,13

17

8

2999

8,56

6,08

Total

-

49353

8,29

100%

 

Tabla 2. Palabras por centro de interés

 

 

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Gráfico 1. Promedio de respuestas por centro de interés

 

3.2.  Producción de vocablos 

Ahora es el momento de presentar la competencia léxica de nuestros informantes a través de otro índice cuantitativo: el número de vocablos. En nuestro caso, el número total de unidades diferentes que presenta la muestra que nos corresponde se eleva a 3742, lo que se traduce en una media de 220,11 vocablos por centro de interés y de 10,69 por informante. Sin embargo, Samper Hernández (2009, 131) rechaza rotundamente este dato en términos de promedio porque no se corresponde de ninguna forma con la división exacta del número total entre los sujetos. De la misma forma, un número elevado de vocablos no implica forzosamente que haya una mayor disponibilidad léxica, información que veremos con más detalle en los apartados que vienen a continuación.

En la siguiente tabla se puede ver el total de vocablos y el rango que ocupa cada centro de interés. También se adjunta un gráfico que ofrece una visión clara de la disposición de los distintos campos nocionales en consonancia con el número de unidades diferentes.

 

C.I

Total Vocablos

Rango

Total Palabras

Rango

01

136

11

4001

2

02

129

14

2318

13

03

126

15

2853

9

04

180

10

2565

11

05

256

6

3234

6

06

134

12

1883

16

07

230

8

2112

15

08

255

7

3462

5

09

133

13

1695

17

10

409

3

3909

3

11

422

1

3045

7

12

95

16

2626

10

13

265

5

2116

14

14

190

9

3635

4

15

276

4

2392

12

16

418

2

4508

1

17

88

17

2999

8

Total

3742

-

49353

-

 

Tabla 3. Producción de vocablos

 

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 Gráfico 2. Total de vocablos por centro de interés

 

En la tabla 3 y en el gráfico 2 podemos ver que los centros de interés considerados ofrecen diferentes grados de riqueza léxica. Estos resultados muestran que no hay una correspondencia entre los centros de interés con mayor número de palabras producidas y palabras diferentes. Dicha semejanza solo sería posible en el caso de que los informantes de las encuestas coincidieran en la cantidad y la calidad de sus respuestas, cosa que realmente no suele suceder. Lo evidente es que haya entre los encuestados notorias diferencias en el número de palabras disponibles de los distintos centros de interés. Los campos asociativos que más vocablos actualizan nuestros informantes son 11 ‘El campo’, 16 ‘Profesiones y oficios’, 10 ‘La ciudad’, 15 ‘Juegos y distracciones’ y 13 ‘Trabajos del campo y del jardín’, mientras que, al otro extremo de la tabla, con una escasa cantidad de unidades léxicas, se encuentran, por orden de mayor a menor pobreza léxica, 17 ‘Los colores’, 12 ‘Los medios de transporte’, 03 ‘Partes de la casa (sin muebles)’, 02 ‘La ropa’ y 09 ‘Iluminación, calefacción y medios de airear un recinto’.

Subrayamos igualmente, como puede comprobarse en la misma tabla, que se da alguna coincidencia en la productividad en lo tocante a palabras y vocablos: los centros de interés 05 ‘Alimentos y bebidas’ y 10 ‘La ciudad’ tienen el mismo rango en ambas columnas. Con una diferencia de una posición relativa destacamos los ámbitos temáticos 02 ‘La ropa’, 04 ‘Los muebles de la casa’ y 16 ‘Profesiones y oficios’. A una distancia de dos puestos se encuentra 08 ‘La escuela: muebles y materiales’.

Asimismo, observamos que dos de los cincos campos léxicos más productivos en cuanto al número de palabras (16 ‘Profesiones y oficios’ y 10 ‘La ciudad’) también lo son en cuanto al número de unidades diferentes. Además, en dos de los cinco campos asociativos menos productivos en unidades léxicas (09 ‘Iluminación calefacción y medios de airear un recinto’ y 06 ‘Objetos colocados en la mesa para la comida’) los sujetos incorporan una cantidad muy escasa de vocablos.

No obstante, palpamos divergencias sustanciales en cuanto a la posición relativa del resto de los centros de interés. A modo de ejemplo, destacamos el centro de interés 01 ‘Partes del cuerpo’, que ocupa la segunda posición según la cantidad de palabras y desciende al undécimo lugar en cuanto al número de vocablos. La misma situación de cambio de rango la representan los ámbitos nocionales 14 ‘Los animales’ y 08 ‘La escuela: muebles y materiales’, que se ubican, respectivamente, en el cuarto y quinto lugar según las palabras y en la novena y séptima posición en función de vocablos.

 

3.3.  Densidad y grado de cohesión  

Relacionado con lo visto anteriormente, para valorar adecuadamente estas circunstancias resulta de gran importancia cuantitativa el cómputo del grado de cohesión, ya que es un factor capaz de poner en relación el número de palabras y el número de vocablos. El índice de cohesión permite conocer si el centro es cerrado (más coincidencia) o abierto (poca coincidencia). Se obtiene dividiendo el promedio de respuestas por sujeto en cada centro de interés por el número de unidades diferentes recogidas en ese mismo centro. Va en una escala de 0 a 1, siendo 1 si todos los informantes contestan con las mismas palabras. Echeverría sugiere lo que él denomina índice de cohesión:

En nuestro equipo de investigación pensamos que si manteníamos fijo el promedio de respuestas, el valor del número de palabras diferentes no era irrelevante, y fue por ello que buscamos una forma de relacionar ambos índices. Si dividimos el promedio de respuestas por sujeto en cada centro de interés por el número de palabras diferentes recogidas en ese mismo centro obtendremos un valor 1 siempre y cuando todos los sujetos hayan respondido las mismas palabras en su encuesta léxica, cosa por lo demás quimérica. Por el contrario, cuanto más variadas sean las respuestas, menor será el índice de cohesión; es decir, la dispersión es mayor. De este modo nuestro índice de cohesión informa si el centro de interés es cerrado o compacto, o más bien abierto o difuso. (1991, 62)

 

Otro parámetro que se ha tenido en cuenta, aunque menos elaborado, es el conocido como ‘densidad léxica’,2 que establece la relación entre el total de unidades léxicas producidas en un centro de interés y los vocablos evocados en el mismo. Es un parámetro aplicado por Alba (1995, 18-19) y otros investigadores, como Carcedo (2001, 61) y Hernández Muñoz (2004, 57; 2006, 311). Se halla dividiendo el total de palabras de cada centro de interés por el número de vocablos o palabras diferentes de cada uno de esos centros. En la siguiente tabla se plasman los resultados que ambos parámetros obtienen en la muestra de disponibilidad léxica de Agadir:

 

 

C.I

P. Respuestas

Vocablos

Densidad

I.C

Rango

01

11,43

136

29,42

0,084

2

02

6,62

129

17,97

0,051

6

03

8,15

126

22,64

0,065

4

04

7,32

180

14,25

0,041

7

05

9,24

256

12,63

0,036

10

06

5,38

134

14,05

0,040

8

07

6,03

230

9,18

0,026

14

08

9,88

255

13,57

0,039

9

09

4,84

133

12,74

0,036

11

10

11,16

409

9,56

0,027

13

11

8,70

422

7,22

0,021

17

12

7,50

95

27,64

0,079

3

13

6,04

265

7,98

0,023

16

14

10,38

190

19,13

0,055

5

15

6,83

276

8,67

0,025

15

16

12,88

418

10,78

0,031

12

17

8,56

88

34,08

0,097

1

Tabla 4. Densidad e índice de cohesión por centros de interés

 

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 Gráfico 3. Índice de cohesión por centro de interés

 

 

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Gráfico 4. Índice de densidad por centro de interés

 

Como puede observarse, las apreciaciones realizadas sobre los centros más o menos cohesionados son igualmente aplicables desde el punto de vista de la densidad léxica. El índice de cohesión medio es de 0,046, que equivale a un 15,97 de densidad léxica. El mayor índice de cohesión corresponde a los centros de interés siguientes: 17 ‘Los colores’, 01 ‘Partes del cuerpo’, 12 ‘Los medios de transporte’, 03 ‘Partes de la casa’ y 14 ‘Los animales’, es decir, superiores al percentil (0,05). Por su parte, los campos asociativos 13 ‘Trabajos del campo y del jardín’, 11 ‘El campo’, 15 ‘Juegos y distracciones’, 07 ‘La cocina y sus utensilios’ y 10 ‘La ciudad’ aparecen como los más difusos, pues sus índices de cohesión quedan por debajo del 0,03.

Del hecho de que los centros de interés 13 ‘Trabajos del campo y del jardín’ y 11 ‘El campo’ tengan un bajo índice de cohesión se puede deducir, en nuestra opinión, que a mayor contacto con un campo asociativo, mayor variedad léxica y mayor dispersión en cuanto al índice de cohesión. Tradicionalmente, Marruecos se caracteriza por una economía agropecuaria, por lo que lo relativo al campo y sus quehaceres domésticos produce una amplia gama de unidades léxicas que favorece la dispersión.

Respecto a los ámbitos nocionales 17 ‘Los colores’ y 01 ‘Partes del cuerpo’, siempre encontramos un número limitado de lexemas y una menor variedad lingüística. Puede haber una mayor o menor variación en lo tocante a la cantidad total de palabras, pero no demasiada a nivel de vocablos porque los referentes de ambos centros favorecen que todos los sujetos evoquen casi las mismas unidades léxicas que se prestan poco a la dispersión y a la diversidad. Es lo mismo que sucede con 12 ‘Medios de transporte’ y 03 ‘Partes de la casa’, por ejemplo.

 

4.  CONCLUSIONES 

Los resultados globales del presente trabajo muestran un marcado paralelismo con los conseguidos en la mayoría de los estudios de disponibilidad léxica, lo que indica el valor general de la clasificación de los centros de interés según su productividad. De esta manera, los centros de interés que ofrecen mayor productividad léxica son, por este orden, 16 ‘Profesiones y oficios’, 01 ‘Partes del cuerpo’, 10 ‘La ciudad’, 14 ‘Los animales’ y 08 ‘La escuela: muebles y materiales’. Por el contrario, las áreas temáticas menos productivas son, por orden de mayor a menor pobreza léxica, 09 ‘Iluminación, calefacción y medios de airear un recinto’, 06 ‘Objetos colocados en la mesa para la comida’, 07 ‘La cocina y sus utensilios’, 13 ‘Trabajos del campo y del jardín’ y 02 ‘La ropa’.

 En cuanto al número de vocablos, nuestros informantes aportan un total de 3742 unidades diferentes, lo que implica 220,11 vocablos por centro de interés. Los campos léxicos que ofrecen mayor número de unidades diferentes son 11 ‘El campo’, 16 ‘Profesiones y oficios’, 10 ‘La ciudad’, 15 ‘Juegos y distracciones’ y 13 ‘Trabajos del campo y del jardín’. En cambio, los centros de interés 17 ‘Los colores’, 12 ‘Medios de transporte, 03 ‘Partes de la casa (sin muebles)’, 02 ‘La ropa’ y 09 ‘Iluminación, calefacción y medios de airear un recinto’ despuntan por el escaso número de vocablos. 

 Por otro lado, el índice de cohesión aporta datos de gran interés sobre el carácter más o menos cerrado de los distintos ámbitos temáticos. Así, los centros de interés más abiertos son 11 ‘El campo’, 13 ‘Trabajos del campo y del jardín’, 15 ‘Juegos y distracciones’, 07 ‘La cocina y sus utensilios’ y 10 ‘La ciudad’, mientras que los centros de interés más cerrados son 17 ‘Los colores’, 01 ‘Partes del cuerpo’, 12 ‘Medios de transporte’, 03 ‘Partes de la casa (sin muebles)’ y 14 ‘Los animales’.

Los análisis de varios estudiosos (Mena Osorio, 1986, 173; Alba, 1996, 749; Samper Hernández, 2009, 46) apuntan a que existe una relación asociativa entre el grado escolar de los alumnos y su disponibilidad léxica, ya que a medida que aumenta el grado de instrucción también se incrementa la disponibilidad léxica. Resulta, pues, de gran interés para futuros trabajos hacer una comparación entre nuestros datos numéricos de enseñanza superior y los obtenidos con sujetos de enseñanza media en nuestro país, para poder tener una idea del mayor o menor grado de coincidencia léxica conforme cambia la edad y el curso académico.

 

NOTAS

  1. A partir de este momento utilizamos los números para determinar los nombres de los centros de interés, cuyo listado ya incluimos en páginas anteriores. 

 

  1. Es otro modo de cuantificar la coincidencia en las respuestas de los sujetos encuestados, pero este factor considera el número total de palabras y no su media aritmética, con lo que no es válido en el momento de realizar estudios comparativos. Según Bartol Hernández, “en los análisis cuantitativos de léxico disponible se han tenido en cuenta los siguientes criterios: número total de palabras, la densidad, el índice de cohesión, el número de vocablos y los promedios. Los dos primeros no son adecuados para comparar los datos de diferentes regiones porque están claramente condicionados por el número de informantes: a más informantes mayor número de palabras y, por consiguiente, mayor índice de densidad” (2001, 222-223).

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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NOTA SOBRE EL AUTOR 

Mohamed Serfati es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Ibn Zohr de Agadir, Marruecos (2004), máster en Interculturalismo Atlántico: Marruecos-Canarias-Iberoamérica por la Universidad Ibn Zohr (2011), y máster en Comunicación para el Desarrollo, Cultura de la Paz, Igualdad y Derechos Humanos por la Universidad de La Laguna, España (2015). En la actualidad, ejerce como profesor de español en la enseñanza secundaria cualificante (Marruecos) y también es miembro del grupo de investigación EDOCSUR. 

 

 

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