El Guiniguada, 29 (2020), pp. 180-185

Print ISSN: 0213-0610 – eISSN: 2386-3374


Servicio de Publicaciones y Difusión Científica Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

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Campus Universitario de Tafira, 35017 Las Palmas de Gran Canaria, Spain

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El Guiniguada.

(Revista de investigaciones y experiencias en Ciencias de la Educación)

eISSN: 2386-3374

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Recensión crítica/Book Review

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La niña algodón.

Sobre la educación socioemocional

La niña algodón

About socio-emotional Education

Reseñado por/Reviewed by

Montserrat Fuente Camacho


University of Nebraska, Lincoln, USA


DOI (en Metadatos y en Sumario Revista)

Recibido el 22/09/2019 Aceptado el 04/05/2020


El Guiniguada is licensed under a Creative Commons ReconocimientoNoComercial-SinObraDerivada

4.0 Internacional License.

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TÍTULO DE LA PUBLICACIÓN La niña algodón

AUTORÍA David Sánchez y Raúl Aguirre FECHA (2014)

LUGAR DE EDICIÓN Madrid EDITORIAL La cabeza del rinoceronte IDIOMA, PÁGINAS Español, 45 páginas

AUTORÍA DE LA RECENSIÓN Montserrat Fuente Camacho


Si olvidamos por un momento la ideología neoliberal que fomenta el individualismo y la perfección, la dependencia no debería verse como debilidad ni la vulnerabilidad como un defecto. Los seres humanos somos dependientes y vulnerables desde que nacemos. Sin embargo, existe una imagen deshumanizante de la diversidad funcional/discapacidad asociada con la incapacidad, la falta de autonomía, la enfermedad, la locura y la estupidez. Esta deshumanización justifica la exclusión escolar, cultural y social de las personas de este colectivo. La educación inclusiva y la creación de objetos culturales que representen a las personas con diversidad funcional como parte de la sociedad son fundamentales para generar un cambio hacia un tipo de sociedad que valore la diferencia en vez de estigmatizarla.


Este es el caso del álbum ilustrado La niña algodón, un ejemplo del arte como conector de comunidades diversas pues ha sido creado para todo el público infantil, incluso los niños con diversidad funcional, ya que tiene un código en su interior para descargárselo desde Internet en “lectura fácil” o en “pictogramas” facilitando el acceso a primeros lectores y a personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). En cuanto a su estructura, este álbum presenta en sus 45 páginas las ilustraciones de Raúl Aguirre que acompañan al relato de David Sánchez. En esta historia infantil los autores buscan concienciar sobre el valor de la diferencia como un elemento que enriquece a la sociedad. Este álbum también incluye al final un apartado en el que se cuenta cómo fue el proceso creativo de La niña algodón y, a modo de agradecimiento, una lista con las personas que ayudaron a financiar la publicación de este álbum mediante el micro-mecenazgo. Respecto a los autores, Raúl Aguirre, es una persona con diversidad funcional intelectual que, debido a sus dificultades de lectoescritura y dicción, ha convertido el dibujo en su vía para expresar ideas y emociones:


Cuando termino una obra –un cuento, un collage o un dibujo− me siento muy bien porque yo sé que es una parte de mí que yo la quiero compartir, o transmitir algún sentimiento que no sé contar hablando, pero si lo sé hacer pintando, y entonces me siento bien, me siento especial… es, digamos, como si me sintiera mejor y más libre (Aguirre, 2016, p. 11).


El otro autor de La niña algodón es David Sánchez, maestro de educación especial, escritor y autor de varios cuentos cuya temática gira en torno a la igualdad de género. Como resultado del trabajo de Aguirre y Sánchez nace este álbum ilustrado, una colaboración orgánica que expone el tema de la discriminación social de los niños con diversidad funcional porque cuenta la historia de una niña que es acosada por ser


físicamente diferente a los demás. Raquel, protagonista de la historia, tiene ilusiones y expectativas como las de cualquier niña de su edad: jugar, tener amigos, ser querida, etc. Sin embargo, Raquel es diferente a todos los niños que conoce porque su corazón es de algodón: “El corazón se mostraba al mundo por una ventanita del tamaño de un melocotón y era blanco y delicado como la caricia de un gato de angora” (Sánchez y Aguirre, 2014, p. 5). Esta diferencia física provoca una reacción negativa en los otros niños con los que convive, haciéndola sentirse rechazada y fuera de lugar. En este álbum ilustrado, a través de la creación de la protagonista, Raquel, estos autores españoles narran simbólicamente la diversidad funcional de la niña y cómo esta realidad influye en su relación con los demás niños, su familia y el entorno social.


Esta obra no solo es un ejemplo de cómo está aumentando la presencia en el mercado literario de objetos culturales que tratan el tema de la diversidad funcional desde la perspectiva de quien la experimenta, sino que nos da la oportunidad de analizar el desarrollo socioemocional en la infancia y adolescencia de las personas con diversidad funcional, observando de qué manera su condición altera o dificulta la socialización de estos grupos poblacionales y mostrando cómo los cuentos infantiles y juveniles pueden ayudar a crear un imaginario colectivo social y culturalmente inclusivo.


En este álbum, la representación de la infancia con diversidad funcional considera las barreras socioculturales que estos niños enfrentan en su desarrollo socioemocional. En el caso de La niña algodón, la protagonista es menospreciada por tener un corazón de algodón en vez de un corazón “rojo y latiente” como los demás niños en su entorno escolar (Sánchez y Aguirre, 2014, p. 7). Por ese motivo, Raquel experimenta burlas y rechazo. Esta situación entristece a la niña a la que, con su corazón de algodón, le


…daba igual que estuviera en la peluquería, en la compra, montando bicicleta o haciendo el pino puente, que siempre había alguien con la mirada clavada en ella y aunque Raquel estaba acostumbrada desde pequeñita a que la gente la observara como si fuera una piruleta de siete metros, no era feliz… (p. 12).


Como consecuencia, Raquel se convierte en una niña “tímida y huidiza” y se aísla del entorno hostil que la rodea. Sin embargo, más adelante, esa diferencia estigmatizada es la misma que hace a Raquel muy valiosa cuando uno de sus compañeros se está ahogando en un lago y la niña se tira al agua para que su corazón de algodón sirva de esponja y evite la muerte de su compañero. De esta manera, el relato cuenta una historia subrayando que la diversidad no es un problema, que lo diferente no es “raro” y que, a pesar de las diferencias, todos deberíamos tener espacio en nuestra sociedad.


Este cuento muestra que existen diversas formas de vivir en las que jamás pensamos las personas con funcionalidad normativa a menos de que tengamos una relación cercana o directa con la diversidad funcional. En ningún momento de la narración se menciona la diversidad funcional como temática del cuento ni se dice explícitamente qué está bien o qué está mal, sino que de manera simbólica la sucesión de eventos enfatiza la estigmatización de la diferencia y las consecuencias socioemocionales que esto acarrea en las niñas y niños que la viven cotidianamente. A pesar de que su corazón diferente convierte a Raquel en una heroína, al salvar a su compañero, no


existe en el relato un discurso paternalista ni médico-rehabilitador que asocie la diferencia con una lucha personal por superar obstáculos insuperables.


Por lo tanto, en torno a La niña algodón es plausible una reflexión basada en el enfoque de la “diversidad funcional” el cual, desde 2006 y específicamente en el contexto académico español, analiza la discapacidad desde una nueva perspectiva ideológica1 poniendo énfasis en la diferencia o diversidad como un valor positivo que enriquece a la sociedad, no solo porque hay diferentes tipos de personas, sino porque su funcionalidad física e intelectual es diversa. En La niña algodón Sánchez y Aguirre demuestran que es mucho más importante y productivo, poner el foco en las capacidades de la persona que en sus limitaciones cuando Raquel muestra que su diferencia puede incluirse junto a las diferencias de los demás y, en conjunto, dar soluciones a cualquier problema que se pueda presentar.


Desafortunadamente, las personas con diversidad funcional (física, visual, intelectual, etc.) son marginadas y esto se debe en parte al desconocimiento de su vida diaria. Por ello, es relevante reflexionar sobre la educación socioemocional de infantes y jóvenes con diversidad funcional porque es necesario comprender su realidad cotidiana, dándola a conocer para cambiar el imaginario colectivo que los estigmatiza. Una forma de educar es mediante los relatos infantiles y juveniles pues son útiles como herramienta didáctica y de entretenimiento para el aprendizaje socioemocional en la infancia y la adolescencia, y porque integran en sus vidas los conceptos, valores, actitudes y habilidades que les permiten comprender y manejar sus emociones, construir una identidad personal, prestar atención y cuidado hacia los demás, establecer relaciones positivas de colaboración, tomar decisiones responsables y aprender a manejar situaciones difíciles de manera constructiva y ética (Bisquerra y Pérez, 2007, p. 61). En consecuencia, los relatos infantiles y juveniles fomentan la adquisición de valores como el respeto, la tolerancia, la empatía y la aceptación social de la diversidad. De acuerdo con Carmen Bravo Villasante para transformar la sociedad debe existir una literatura infantil que proponga a niños y niñas nuevos modelos, presentando un nuevo tipo de protagonista femenino y masculino que cambie la imagen del niño y la niña y, por ende, del hombre y la mujer, adaptando dicha imagen a la realidad social, económica, política e ideológica de la época a la que pertenece (Bravo, 1989, p. 33).


En resumen, como herramienta pedagógica, la literatura infantil y juvenil contribuye a la educación socioemocional de niños y jóvenes porque forma su conciencia moral, afectiva y cognitiva a la vez que perfecciona la dicción, la pronunciación, la entonación, el hábito de la lectura, la adquisición de vocabulario y el conocimiento del entorno próximo (Soto, 2017, p. 54). Asimismo, este tipo de literatura potencia la atención, la escucha activa, la concentración, la memoria, la capacidad de análisis y de comprensión verbal, la adquisición y desarrollo de sensibilidad estética, la


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1 El modelo de diversidad funcional se basa en la teoría crip de Robert McRuer. En la primera década del siglo XXI esta teoría surge en el contexto americano y utiliza el concepto de performatividad de Judith Butler para cuestionar el imaginario sociocultural que sitúa a las personas con discapacidad como imperfectas, definiendo su cuerpo como “antinatural” y “no deseable”. Asimismo, la teoría crip cuestiona la dualidad capacidad/discapacidad, pues considera que es imposible para el ser humano tener una perfecta y completa capacidad física con un cuerpo que es vulnerable (McRuer, 2006, p. 35).


imaginación, la capacidad de enfrentarse a diversas situaciones y la transmisión de valores (Zambrano y Saulo, 2014, p. 96). De la misma manera, los libros que cuentan historias, infantiles o juveniles y que muestran diferentes circunstancias sociales, económicas, históricas, ideológicas, etc. ayudan a aceptar la pluralidad y la diversidad, cuestionan la marginación de personas dentro del discurso normativo y ayudan a conformar modelos inclusivos de comportamiento. Por consiguiente, la diversidad funcional debe mostrarse en la literatura infantil y juvenil para dar a conocer la realidad cotidiana de niños y jóvenes con una funcionalidad física o intelectual diferente a la representada por el discurso normativo, el cual asocia la diversidad funcional infantil y juvenil con la carencia de salud y la lástima. Este tipo de literatura debe resaltar que los sentimientos, gustos, valores, aficiones, cualidades y defectos existen por igual en todos los grupos sociales y que la diferencia entre las personas con una funcionalidad normativa y las personas con diversidad funcional es la necesidad de apoyos adicionales o diferentes para que nadie sea marginado y viva en una sociedad inclusiva (Porras y Verdugo, 2018, p. 10-11).


Por todo ello, “necesitamos constituir de otra forma nuestra humanidad” para evitar la exclusión de colectivos vulnerables como el de las personas con diversidad funcional (Calderón y Verde, 2018, p. 32-35). Una manera es la información, dar a conocer cómo se vive la diversidad funcional desde la infancia y cómo esta realidad influye en la socialización de niños y jóvenes de este colectivo. Desde la educación emocional y con el cuento como herramienta educativa se puede enseñar a todos los niños las reglas para desenvolverse en una sociedad inclusiva que entiende la vivencia de la diversidad funcional como una realidad más a tener en cuenta. El problema radica en que la sociedad y sus instituciones se posicionan dentro del discurso de la “normalidad” y la “estandarización”, definiendo de manera paternalista o mediante el discurso médico-rehabilitador la diversidad funcional y cuestionando a las personas que no encajan dentro de sus estándares de normalidad. Es por eso que el álbum ilustrado infantil, La niña algodón, es valioso porque funciona como una herramienta artístico-educativa que cuestiona ese imaginario normalizador cuando se da protagonismo a los niños con diversidad funcional, tratándolos como personas con sentimientos, gustos, valores, aficiones, cualidades, etc., cuya diferencia es la necesidad de apoyos adicionales para que sean incluidos en la sociedad. Mediante la narración de la vida de Raquel se deslegitima el discurso que infravalora a las personas con diversidad funcional, pues la protagonista desde su vulnerabilidad muestra su pertenencia a la comunidad y el valor que aporta a ella: “Tan grande era el pequeño corazón de algodón de la niña” (Sánchez y Aguirre 2015, p. 20). En otras palabras, su diferencia proporciona la solución al problema y así su diversidad funcional tiene un espacio dentro de la comunidad. Con este tipo de literatura infantil, se ayuda a cambiar la visión estereotipada de los miembros de esta comunidad, educando a los niños en la diversidad y creando un imaginario colectivo social y culturalmente inclusivo donde la infancia funcionalmente diversa también puede verse representada.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


Aguirre, R. (2016) La cabeza del rinoceronte. Alcalá de Henares: La cabeza del rinoceronte.

Bisquerra, R. y Pérez, N. (2007). Las competencias emocionales. Educación XXI, 10, 61-82.

Bravo, C. (1989). Ensayos de literatura infantil. Murcia: EDITUM.

Calderón, I. y Verde, P. (2018). Reconocer la diversidad: Textos breves e imágenes para transformar miradas. Barcelona: Octaedro.

McRuer, R. (2006). Crip Theory: Cultural Signs of Queerness and Disability. New York: New York University Press.

Porras, Mª. P. y Verdugo, M. A. (2018). La voz de la discapacidad en la literatura española. Universidad de Salamanca.

Sánchez, D. y Aguirre, R. (2015). La niña algodón. Alcalá de Henares: La cabeza del rinoceronte.

Soto, M. (2017). El cuento como mediación pedagógica para el fortalecimiento de la lectoescritura. Zona próxima, 27, 51-65.

Zambrano, T. y Saulo, J. (2014). Metodología para la producción de cuentos infantiles centrados en el contexto local. Revista San Gregorio, 2, 94-105.


University of Nebraska, Lincoln, USA montserrat.fuente@huskers.unl.edu