El Guiniguada, 32 (2023), pp. 124-127
Print ISSN: 0213-0610 – eISSN: 2386-3374
Servicio de Publicaciones y Difusión Científica Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Facultad de Ciencias de la Educación
Servicio de Publicaciones y Difusión Científica (SPDC) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Facultad de Ciencias de la Educación Las Palmas de Gran Canaria, España
eISSN: 2386-3374
10.20420/ElGuiniguada.2013.333 (doi general de la revista)
Journal information, indexing and abstracting details, archives, and instructions for submissions: http://ojsspdc.ulpgc.es/ojs/index.php/ElGuiniguada/index
Recensión/Book Review
Languages of Spain: Fighting the prejudices around the linguistic reality of Spain
Reseñado por/Reviewed by
Aida Fernández Suárez
Universidad de Oviedo. Oviedo, España
DOI (en Sumario/Título WEB de la Revista)
Recibido el 15/12/2022 Aceptado el 26/06/2023
El Guiniguada is licensed under a Creative Commons ReconocimientoNoComercial-SinObraDerivada
4.0 Internacional License.
TÍTULO DE LA PUBLICACIÓN: Lenguas de España: Combatiendo los prejuicios en torno a la realidad lingüística española
AUTORÍA: David Pinto Pajares FECHA: 2022
LUGAR DE EDICIÓN: Gijón
EDITORIAL, COLECCIÓN, VOLUMEN: Ediciones TREA,
Colección Trea Ensayos, 1ª edición. IDIOMA, PÁGINAS: español, 227 págs.
AUTORÍA DE LA RECENSIÓN: Aida Fernández Suárez
Si observamos el mapa lingüístico de nuestro país, podremos ver que lejos de ser un monolito monocromático, España está compuesta por un colorido mosaico en el que más de 10 lenguas autóctonas conviven. De hecho, se estima que alrededor del 46% de los españoles vive en una comunidad bilingüe o incluso trilingüe. Sin embargo, aunque esté ampliamente aceptada la coexistencia del castellano con el euskera, gallego o catalán, otras muchas lenguas de nuestro país pasan totalmente inadvertidas.
Lenguas de España: Combatiendo los prejuicios en torno a la realidad lingüística española (2022) es un manual divulgativo que busca desarticular preconceptos infundados sobre el plurilingüismo de nuestro país. El autor, Daniel Pinto Pajares, emplea un lenguaje sencillo y claro, sin prolegómenos, para intentar derrocar alguno de los mitos más extendidos entre la población común y no especializada en la materia. A través de sus 227 páginas, Pinto Pajares presenta diez leyendas o estigmas lingüísticos muy aceptados por los españoles e intenta desmontarlos uno por uno con una trabajada y estudiada argumentación. El volumen está dividido en 12 capítulos que se distribuyen en dos áreas temáticas y/o estilísticas: la primera de carácter puramente lingüístico y teórico (capítulos 1 y 2) y la segunda compuesta por 10 ensayos (capítulos del 3 al 12).
De este modo, el libro comienza con una interesante introducción (capítulo 1) en la que Pinto Pajares presenta los conceptos de prejuicios, creencias y actitudes lingüísticas. Sus explicaciones son sencillas e incluso en ocasiones, elementales, sin entrar en grandes complejidades o aparatosos tecnicismos para hacer el mensaje más asequible a su público inexperto en sociolingüística. Asimismo, mediante ejemplos y preguntas directas, invita a que sus lectores reflexionen y fomenten su introspección acerca del tema y a que asuman y actúen sobre sus propios prejuicios y actitudes lingüísticos.
A continuación, el segundo capítulo, y el más extenso del volumen, ofrece una detallada descripción del mapa lingüístico de España. En sus 68 páginas, Pinto Pajares enumera las 13 lenguas que considera autóctonas y aporta, no solo datos lingüísticos sobre cada una de ella, sino que además expone su evolución histórica, en un intento de hacer comprender a los lectores el porqué de sus distintas situaciones actuales. Además, el autor complementa sus argumentaciones con tablas e ilustraciones, que
lejos de ser insustanciales, dotan de una mayor fuerza a sus exposiciones y consiguen que los lectores puedan asimilar la información sin apenas esfuerzo.
A partir del tercer capítulo comienza la segunda línea temática, en la que el autor combate prejuicios en torno a la realidad lingüística española mediante una serie de ensayos a los que titula con una sugestiva pregunta relacionada con algún fenómeno lingüístico (Por ejemplo: “¿Los andaluces se comen las eses?” o “¿El castellano abre las puertas mientras que las demás lenguas son locales y limitan?”). Los títulos que encabezan cada ensayo son premeditados y buscan que el lector se sienta aludido por ellos, captando así su interés y atención de forma muy efectiva. La pregunta que abre el primer capítulo, ¿Es el canario un dialecto?, es usada como punto de partida para examinar los conceptos de lengua y dialecto. Lejos de intentar definir lo que significan dichas palabras, hace un alegato en el que equipara lingüísticamente ambos conceptos y desgrana el uso manipulado que se hace de ellos y cómo la terminología se emplea para jerarquizar las lenguas/dialectos y catalogarlas entre válidas y no válidas por cuestiones políticas o ideológicas.
Los siguientes tres capítulos (4, 5 y 6) están ligados al poder de la lengua escrita en diferentes ámbitos. En el primero de ellos, el autor analiza la dicotomía entre la lengua natural y la cultivada, como la lengua materna adquirida de forma natural y la lengua prescriptiva aprendida en el colegio, y destaca la extendida creencia de que las expresiones orales más ligadas a la escritura, aquellas basadas en la lengua cultivada, son más prestigiosas y aceptables. Sobre este escriturismo que impera en nuestra sociedad ahonda aún más en el quinto capítulo (¿Los andaluces se comen las eses?”). Empleando el andaluz como ejemplo, explica los motivos por los que algunas variedades gozan de mayor respeto y prestigio que otras con relación a su cercanía a la variedad escrita. El acento, o su ausencia, entra en la conversación en el quinto capítulo. El autor apunta que, una vez más, la proximidad a la lengua estándar escrita es clave en nuestros prejuicios y creencias, y que aquellos usuarios de una variedad más cercana a la escritura, consideran frecuentemente que no poseen ninguna característica particular fónica, algo que el autor desbanca a través de sus párrafos.
El euskera pasa a ser el protagonista de los siguientes dos capítulos. Pinto Pajares desmitifica en ellos la leyenda sobre la particular antigüedad de esta lengua, idea basada exclusivamente en la falta de datos concretos respecto al protoeuskera y su evolución, y también la presupuesta dificultad de su aprendizaje..
Finaliza su sección ensayística dedicando los últimos tres capítulos al imperialismo del castellano. En ellos habla sobre si es la única lengua de España, sobre la utilidad de conocer las otras lenguas más allá de sus ficticias fronteras provinciales o sobre si solamente el castellano abre puertas económicas en nuestro país.
Pinto Pajares remata su volumen con unas conclusiones muy oportunas para los convulsos tiempos en los que vivimos. En ellas, lanza la pelota al tejado del lector y lo anima a que piense y a que actúe en favor a la diversidad lingüística tan enriquecedora que existe en nuestro país.
En definitiva, el manual divulgativo de Pinto Pajares supone un extraordinario volumen que aborda un tema del que todos tenemos una firme opinión, aunque no
todos estemos versados en lingüística o sociolingüística. Muy fácil y rápido de leer, con explicaciones convincentes y estimulantes razonamientos, el autor no busca sermonear ni predicar sobre las maravillas del multilingüismo, sino plantar el germen de la curiosidad y de la reflexión en torno a una cuestión tan controvertida como pueden ser las lenguas, objetivo que, en nuestra opinión, cumple.